Escribir no es una tarea fácil, demanda disciplina pero sobre todo una carga importante de honestidad, una apertura total hacia nuestro propio interior que se vuelve cada vez más difícil en el torno social y cultural que promueve la homogeneización o la igualdad en términos afectivos y de pensamiento.
Somos únicos y tenemos gracias a nuestra experiencia de vida un conjunto de valores y vivencias que definen nuestra forma de ser, manifestar nuestra personalidad frente al grupo de amigos o en nuestra escuela, es una batalla por defender la originalidad y el derecho de decir lo que pensamos.
Las actividades de este taller fomentaron la expresión personal a través del lenguaje escrito, durante el proceso a muchos les fue difícil comenzar a escribir, pues tuvieron que luchar contra las ataduras del tradicionalismo, de lo cursi y del lugar común. Sin embargo sí hubo un cambio, una búsqueda que se hace notoria en los trabajos correspondientes al mes de noviembre.
No logramos librarnos en un cien por ciento de esas ataduras, es un proceso a mediano plazo que necesita de voluntad y mucho trabajo. Sin embargo se dio el primer paso. Todos los estudiantes y profesionistas necesitan de la creatividad y del manejo eficiente del lenguaje para tener éxito en sus proyectos laborales. Actualmente hay muchas personas expertas en el “copy” “paste”, pero muy pocas que logran establecer un punto de vista o encontrar soluciones nuevas frente a un problema.
En todos los textos hay momentos en los que se percibe una intención creativa, no puedo decir que sean ya trabajos terminados, pero son un punto de partida, espero que sigan escribiendo, pero sobre todo que lean. Nada sustituye a la lectura, es la única manera de mejorar.
En la antología del taller aparecen varios poetas que pueden buscar en internet, háganlo pues estoy seguro que el encuentro con la obra de estos escritores les dará una pauta importante para sus trabajos. Les agradezco su paciencia y el esfuerzo que realizaron, estoy a sus órdenes para platicar de música y libros, o para reunirse a escribir, les reitero mi profundo agradecimiento.
Zamir.